La remolacha cocida es una forma más digestible de consumir remolacha. Contiene betaína (que le da ese color rojizo) un flavonoide que ayuda a la prevención de algunas enfermedades cancerígenas. Es rica en vitaminas B2, B6 y C, ácido fólico y minerales, así como azúcares y carotenos.
Recomendada para casos de anemia, regula la presión arterial y sistema nervioso. Mejora la función hepática y digestiva. Se puede consumir en ensaladas, o como guarnición junto con otras verduras y carnes.