Consumir germinados en nuestra dieta puede suponer grandes ventajas para nuestro organismo. Las semillas cuando entran en contacto con el agua, duplican su volumen, la cáscara se abre y las enzimas se activan.
En cuanto a sus beneficios, podemos destacar que los germinados ayudan a regenerar la flora intestinal además de mejorar la digestión. Por otro lado, estimula nuestro metabolismo y fortalecen nuestras defensas.