Su aspecto es similar a la lechuga de tipo romana, debido a que es alargada, poco espesa y blanca. De sabor suave, es una variedad muy refrescante si se consume cruda. Para poder integrarla en nuestras recetas, puedes hacerlo tanto cruda para ensaladas, como cocida al vapor o salteada en un wok. Como consejo, al tratarse de una verdura con origen asiático, suele lidiar muy bien con especias orientales, frutos secos y salsa de soja.