Cierto es que muchos productos pierden sus propiedades cuando no son consumidos frescos. Pero es por este motivo por el que, su consumo debe de ejecutarse durante los primeros meses. En este caso, cuando hablamos de nuestro ajo pelado, tiende a mantener sus propiedades o incluso mejoran durante su conservación. Es rico en vitaminas A, B1, B2, B6 y C, ayudando así a nuestro sistema inmunológico.